Cuanto más relajados estamos, nos volvemos más sensibles a las energías sutiles con las que podremos realizar cualquier tipo de objetivo que nos hayamos propuesto. La mente piensa en palabras mientras está en beta y en imágenes cuando las ondas cerebrales van más despacio, alfa/theta, cuando estamos en estos últimos niveles, nos estamos curando y renovando continuamente, porque en ellos es donde la energía curativa fluye más fácilmente, para ayudarnos a nosotros mismos y a los demás.
La relajación es la base para casi todo, en especial al principio, luego con el tiempo y la práctica, veremos que podemos simplificar en gran medida el proceso para “entrar a nivel alfa”, así como la forma de “programar”, pero para que esto suceda debemos ser constantes, lo cual no resulta “fácil”, debido generalmente -yo creo- a que cuando nos encontramos perfectamente en todos los sentidos, empezamos a no tener tiempo para nosotros y a descuidar nuestro mantenimiento, sin darnos cuenta que el cuerpo no es estático, cuando no se mueve hacia la salud se mueve hacia la enfermedad, por medio de las influencias negativas o positivas. Siempre debemos de tenerlo en cuenta para buscar la curación en todos los niveles, localizando la desarmonía y restaurándola con energía curativa. Por eso me parece tan importante adquirir la costumbre de practicar la relajación, consiguiendo con ello que el cuerpo y la mente, tengan cada vez una mejor defensa contra cualquier circunstancia o enfermedad. Quizás no podamos evitar las enfermedades (quizás sí), pero desde luego las haremos más llevaderas y nos encontraremos cada día mejor, mejor y mejor.
Que nos vaya bonito.
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